En el marco de las recientes reuniones llevadas a cabo por el grupo de gobierno municipal (PSOE, CC y PP) con representantes sindicales del CSIF, se ha abordado la creación de un protocolo contra el acoso laboral y un reglamento de buenas prácticas. Sin embargo, la última reunión ha puesto de manifiesto una serie de irregularidades y una alarmante falta de transparencia que no pueden ser ignoradas.
Juan Miguel Rodríguez Acosta, portavoz del grupo municipal de Nueva Canarias, ha expresado su preocupación tras la última mesa general de negociación —única en la que se le convocó— afirmando que «el hecho de que no se nos haya proporcionado la documentación necesaria sobre los asuntos a tratar con antelación, como es requerido por los procedimientos establecidos, cuestiona la seriedad con la que se está tratando un asunto tan delicado como el acoso laboral».
Durante la comisión, el portavoz solicitó la no aprobación de los documentos presentados. «Al revisar su contenido, detectamos que las faltas y sanciones propuestas están dirigidas exclusivamente a los empleados municipales. Esto es completamente absurdo y revela una falta de comprensión sobre la naturaleza del problema. Es importante recordar que este protocolo surge a raíz de las denuncias de acoso presentadas por el CSIF hacia las empleadas municipales por parte de la concejala delegada, lo cual hace aún más grave ignorar esta realidad», subrayó Rodríguez Acosta.
Además, Rodríguez Acosta destacó que «resulta inconcebible que el seguimiento y control de estas medidas correctoras se delegue a la concejalía responsable según el área correspondiente. Es completamente paradójico que aquellos acusados de acoso tengan también la capacidad sancionadora sobre quienes son víctimas del mismo. Esta situación crea un ambiente tóxico e insostenible en el lugar de trabajo y perpetúa un círculo vicioso donde las víctimas pueden sentirse aún más desprotegidas».
Para finalizar, el portavoz señala que «a pesar de que hubiera sido fácil para la Alcaldía realizar cambios en las delegaciones de los concejales para abordar esta problemática, hasta el día de hoy no se ha hecho nada al respecto. La falta de atención a esta situación ha llevado a una notable pérdida del trato verbal entre la concejala y los empleados, afectando no solo la moral del equipo sino también repercutiendo negativamente en la calidad del servicio ofrecido a la comunidad».
Pie de foto: Juan Miguel Rodríguez