El Grupo Popular en el Cabildo de La Palma, a través del Consejero Carlos Cabrera, ha presentado en la pasada sesión plenaria Insular una moción para que se instará al órgano competente, la concesión administrativa para la utilización del dominio público marítimo-terrestre y la autorización en la zona de servidumbre en la obra de emergencia para “la reconstrucción de las infraestructuras hidráulicas de suministro de agua para riego agrícola de las áreas ubicadas al sur de la colada de volcán: eje de transporte norte sur del valle de Aridane”, obra comúnmente conocida como Tubería de La Fajana. Además, han pedido se anule la propuesta sancionadora que viene acarreando este expediente.
De este modo, Cabrera reclamaba la unidad de acción, “de una vez por todas y zanjar este asunto cuanto antes, máxime cuando en estos momentos es el Gobierno de Canarias el competente para otorgar la concesión y regularizar esta situación o continuar con el proceso judicial, si fuera necesario, en beneficio de los agricultores y afectados por la erupción volcánica que se vienen socorriendo de esta importante red hidráulica, que recordemos que se hizo en tiempo récord, facilitando la reconstrucción de las fincas afectadas de la zona”.
Cabrera afirma que “lo paradójico y sorpresivo es que Coalición Canaria, estando de acuerdo en el fondo, que era lo único que se debatía, no compartía las formas. Entendía que la formula correcta es la que ha mostrado la Dirección General de Costas, que hasta ahora se ha negado a otorgar una concesión a una instalación que no está prohibida por la Ley. Exactamente lo mismo que ha ocurrido con el Balneario de Fuente Santa, con un informe negativo de la Dirección de Costas que se ha elevado a los tribunales porque, supuestamente, esa instalación pública no se puede hacer donde se descubrió”.
“Durante la descabellada defensa de su voto en contra, el portavoz de CC no hizo otra cosa que abandonar y menospreciar públicamente a los técnicos del Consejo Insular de Aguas, que dieron lugar a tomar esa decisión política que se tornó inexcusable y urgente en beneficio de todos. Se puso de parte de la tesis de la Dirección General de Costas”, defiende Cabrera.
Además, continua “no llegamos a entender que pretende el Consejero de Aguas?, ¿Cuál es su solución?, ¿cerrar la tubería?, ¿dejar a los agricultores sin agua? Esta es una nueva forma de hacer política: estar de acuerdo con algo, manifestar que eso es lo necesita la Isla y que en eso se trabaja, pero voto en contra porque, al mismo tiempo, así muestro mi desacuerdo”.
“No es la primera vez que ocurre. Se opusieron a poner más agua en el sistema en verano de 2020; se oponen a transportar agua por esta tubería, que hasta el día de hoy ha trasladado 7.500 millones de litros de agua de regadío; critican cada una de las iniciativas que se pusieron en marcha… pero, ¿cómo estaríamos hoy sin esas aportación de agua de aquel año o sin el transporte de millones de pipas de agua? Seguramente como en el Balneario de Fuente Santa: esperando muchos años a que la Dirección de Costas tenga a bien conceder la dicha o un tribunal, lo que hubiese llevado a una agricultura agónica o muerta; o quizá pagando millones de euros por una solución inasumible desde el punto de vista medioambiental”, concluye.
Pie de foto: Carlos Cabrera
Declaraciones Carlos Cabrera: